Notas al programa

Esta obra, para trompeta en do y piano, es un encargo de Rubén Simeó, para una gira por Japón en 2013. Rozando las tres octavas, a esta obra no le falta de nada. Dobles y triples picados, arpegios endiabladamente veloces, legatos con intervalos imposibles, reguladores en la dirección opuesta al reposo del intérprete, etc. Y es que esta obra, sería perfecta como obra obligada y eliminatoria para algún concurso internacional de jóvenes promesas y de leyendas ya consagradas. Engañosa la entrada del piano en los acordes cuatríadas dulces y de sonoridad bella, dan paso a un enjambre de notas, en el que aun, el mejor intérprete, estando en su mejor momento, notaría la fatiga al concluir su interpretación. Una “diversión” es lo que el compositor intenta transmitir a lo largo de la obra. Bien es cierto que los rápidos arpegios ascendentes pueden simular los pequeños saltos de un joven adolescente, o que las combinaciones rítmicas empleadas simulan la irregularidad de los niños al jugar. La obra, independientemente de la interpretación posterior, posee rasgos únicos, de dificultosa obtención en otras obras. Cualquier oyente distinguiría perfectamente el más mínimo error de ejecución, por lo que el trompetista, desde que empieza hasta que termina, queda totalmente “expuesto” a que sea juzgado. El pianista, acompañante, no tiene elementos suficientes para colaborar a la interpretación de la melodía que en algunos casos recuerda a compositores del siglo XX con el uso de melodías fragmentarias. Esta obra, ya grabada en el CD “Contemporany Trumpet”, en el que interviene el pianista Alejo Amoedo, se pudo escuchar en Japón, en Febrero de 2013, año de su composición.